Qué no debí hacer

Qué no debí hacer: ser rendidamente obsequioso, parecer demasiado sensible, hablar de sentimientos sin hacer absolutamente nada para demostrarlos y venderme mucho.
La prostituta de treinta euros no tuvo compasión a la hora de retratarme. Como si conociera de qué iba mi historia con Vera. Al menos hasta aquel momento.
Rectifica, dijo, aún estás a tiempo. Demuestra que tienes agallas. La próxima vez tráeme un brazo de ella.