Un posible tratamiento

Un posible tratamiento sería el interferón, el cual evita la replicación viral en células aún no infectadas y favorece la eliminación de las células infectadas al activar la producción de linfocitos. Lo explicaré de manera que se entienda: este avance científico no habla de detener la infección por mordedura de zombi, es un método nuevo para sanear células humanas, de manera que los humanos que hayan enfermado también estén sabrosos.

Mujerzombi

Mujerzombi es otra publicación que se une a la moda Z: Cómo conseguir una mirada radiante: el cosmético imprescindible es el corrector, ya que unos toques de pincel bien aplicados sobre las ojeras zombis te darán esa mirada con la que podrás conquistar a quien desees, zombi o humano, en cuestión de segundos.

Un columnista

Un columnista ha publicado lo siguiente como editorial en una revista de contenido político: Pueden suceder muchas catástrofes. Los zombis pueden ser derrotados, vilipendiados, ridiculizados, incluso se les puede cortar la cabeza. Pero nada de esto será decisivo. La especie zombi se volverá a levantar mientras por las venas de los individuos que la componen corra sangre no humana.
¿Quién dijo que carecían de sentimientos? A los miembros de las bandas zetas se les saltan las lágrimas cuando leen estas cosas.

La maquinaria

La maquinaria Z está en marcha. Y no se detiene. Ahora es un filósofo, antropólogo y sociólogo el que ha abierto la boca: Un alma zombi puede iluminar y embellecer su cuerpo. En cambio, un cuerpo humano bello sin un alma zombi en su interior resulta repulsivo.
La frase que sigue no la acabo de entender, y sospecho que él tampoco sabe muy bien qué es lo que quería decir. Según este zombiólogo: Aunque se afirme que la esencia se halla en lo estrictamente biológico, no puede olvidarse la descomposición física como expresión de valor zombi, ya que refleja la perfección y fortaleza de nuestra especie.

El discurso

El discurso de Z Pop ha aparecido en todas las cadenas de televisión. Sebastián opina que se le ha ido la olla. Z Pop ha afirmado que las mujeres realmente valiosas son zombis, de manera que si las humanas quieren ser verdaderamente apreciadas y respetadas, deben cumplir la más alta misión que la naturaleza les ha encomendado: dejarse morder por un zombi, y una vez transformadas, ser esposas y madres dignas para maridos zombis y para hijos zombis aún mejores que sus padres.

No das los buenos días

No das los buenos días. Te levantas, vas al baño, te lavas la cara delante del espejo, te vistes, recoges tus cosas, pero a partir de ahí, la rutina se interrumpe. Pasas delante de mí como si los zombis nos hubiéramos vuelto invisibles. ¿Que si espero a alguien? Sí, gritaría, sí, espero a alguien, claro que espero a alguien, claro que sí, por supuesto que sí, sí, sí, sí. Pero lo que hago es guardar el mismo silencio que tú, Vera.

Despertarla

Despertarla. Como si todo fuera un mal sueño. Como si Vera pudiera recuperar su trabajo. Como si ella pudiera volver a andar por la calle sin que las bandas de zetas no fueran a violarla y torturarla antes de lo siguiente. Abro una ventana. Antes de que transcurran diez minutos, escuchamos gritos. Vera encoge las piernas, las abraza con sus manos y dice: De acuerdo, me quedaré, cierra. Oh, Vera, mi Vera, si tus brazos fueran los míos, si yo pudiera plegarme y envolverme en ellos.

Estudio prospectivo

Estudio prospectivo acerca de nuestro actual modelo de vida: no hay recursos para soportar a largo plazo la actual demanda de humanos: excesivo y caprichoso consumo de carne, infestaciones indiscriminadas de personas que se transforman en zombis. Sólo falta que cada zombi quiera tener coche propio, una televisión de plasma y vacaciones anuales en algún destino exótico, todo a buen precio.

Catástrofe

Catástrofe zombi. La población zombi aumenta con rapidez. Al mismo tiempo, la población humana desciende. El incremento zombi y el vaciamiento de las despensas humanas son directamente proporcionales. No hay que ser un genio de las matemáticas ni de la economía de subsistencia para adivinar que llegará un momento en el que nos quedaremos sin comida.

Guardamos un bien precioso

Guardamos un bien precioso, dice Sebastián, ya que por dentro somos libres, no como ellos. Oímos gritos. Sebastián detiene su discurso y se asoma por la ventana. Contempla una escena que yo no veo desde donde estoy sentado. No me asomo, puedo imaginar qué ocurre. Mi amigo suspira y concluye diciendo: Vivir en silencio, día a día, y mamar despacio, eso es lo que hacíamos, pero ahora... los nuevos zetas revientan los pechos a puñaladas, y las pasiones son extremas.