Éxtasis

Éxtasis. El antebrazo derecho de la mujer zombi rozó mi antebrazo izquierdo. La estimulación de diversos corpúsculos cutáneos en teoría muertos (los del tacto superficial, los de la presión y los de la sensación de calor, es decir, los conocidos como de Merckel, Paccini y Ruffini según la biología celular de los vivos) vibraron y se emocionaron en perfecta sintonía con este universo refulgente y armónico en el que todo lo que sucede, incluidas las cabezas cortadas que nos regalamos el uno al otro, es zombifeliz.

Radiaciones

Radiaciones electromagnéticas bañan mi piel, y la de la mujer zombi que me ha hecho olvidar a Vera. Recorren la distancia que separa el sol de nuestros cuerpos y rebotan de uno a otro, reemitidas de ella hacia mí y de mí hacia ella con diferentes ángulos. La corona radiada de felicidad zombi que nos envuelve sólo la percibe aquel al que estremece este Universo Con Auténtico Sentido.

Felicidad

Felicidad. Todo vibra alrededor del amor y comparte una misma verdad, porque hay una Gran Verdad, hay un Universo Zombi Con Auténtico Sentido que conmueve el alma. Y si alguien, humano o zombi, se ríe de esta felicidad pueril, me da lo mismo. Todo es tan perfecto que hasta las notas de este diario eligen el presente de indicativo.

Pájaros

Pájaros que cantan. Ignoro a qué especie pertenecen, ni lo pretenden decir con su pío pío, ni en realidad me importa. Flores que irritan mis alergénicas y muertas fosas nasales. Hierba humedecida por aspersores que mojan mis pantalones de sangre y agua. Gritos de niños que dan patadas a un balón de fútbol a pocos metros de donde estoy. Gritos de los otros, de los que son comida. Todo está dotado ahora de genuina belleza.

Perfecto

Perfecto. Todo es perfecto. Olvidar lo que no sea el calor del sol en los párpados y el efecto de la radiación en la piel, al lado de una mujer zombi con la que estoy en sintonía, que también ha cerrado los ojos y también absorbe los fotones que se cuelan por la atmósfera, al lado de alguien cuyas moléculas muertas, como las mías, vibran y rotan y se disocian y se excitan y se ionizan y de ese modo se calientan, lo que provoca que todo parezca zombiperfecto.