Hoy me siento feliz

Hoy me siento feliz. He podido hablar con Vera durante un buen rato, en una cafetería. Estaba especialmente guapa, más que otros días, lo que ya es decir. Tuve que morderme la lengua. No quise estropearlo hablando de más. También tuve que hacer un esfuerzo para comer de lo que nos sirvieron a ambos. Lo de los restaurantes va a ser un problema: los Homo Sapiens no están incluidos en los menús.