Me presentaron a un ciego

Me presentaron a un ciego. Podía ayudarme. Tendió una hoja de papel entre nosotros. Apretó su mano contra la mía, que sujetaba un lápiz. Cierra los ojos, ordenó. Lo hice. Dibújala, dijo luego. Al principio no supe qué hacer. Luego mi mano cobró vida. ¿Qué estoy pintando exactamente?, me pregunté. Él aflojó la presión sobre mi mano. Abrí entonces los ojos. El ciego sonreía. Entiendo, dijo.

Viajó

Viajó a Blue Mountains y visitó el Parque Nacional Blue and John Crow. Probó el café de Mavis Bank Coffee Factory. Fotografió las cordilleras que unen Mavis Bank con el pico más alto de Blue Mountains. Se bañó en un lago, cerca de unas cataratas. Caminó mucho. Pero ni la nostalgia ni el hambre desaparecieron. El último día, la mujer zombi empezó a planear dónde viajaría la próxima vez.

Sebastián organizó una fiesta

Sebastián organizó una fiesta. Tienes que acabar con esa melancolía, me dijo. Las cabezas colgaban del techo. Las había pintado de verde, amarillo y azul. Llenó una ensaladera de manos, las más bonitas. También preparó una crema muy suave, que sirvió en cuencos de barro.

Cómo pudo ser tan vulgar

Cómo pudo ser tan vulgar: baila a través de mi cariño y de mi inmensa ternura porque te amo desde siempre. Eso es lo que escribió el humano antes de que la mujer zombi lo desmembrara con una saña que yo no había visto antes.

Como un rayo

Como un rayo. Con una fuerza parecida y una luz parecida y una velocidad parecida, así ardió la mujer zombi, así la sacudió la tormenta. A partir de ese día no pudo apartar los ojos de un hombre. Quiso vengarse. Durante la siguiente tormenta, ella clavó la punta de un rayo en el suelo y allí lo dejó. Una arteria ramificada y tortuosa, desnuda, que lo ilumina todo de día y de noche.

Sucedió tan deprisa

Sucedió tan deprisa. Le di a entender que nos habíamos encontrado por casualidad. Cuando íbamos a despedirnos, Vera acercó una de sus mejillas. Puede que fuera un beso de compromiso. O puede que no. Son estupideces que se cometen. Impulsos. Luego no hay vuelta atrás. Abrí la boca todo lo que pude. Ahora la echo de menos, Vera ya no está al otro lado de la ventana.