Detenido un pederasta

Detenido un pederasta por colgar más de 14.000 fotos. Dirigía una red de pedófilos. Enviaba a unos y a otros las imágenes y las comentaba. Daba a conocer direcciones en las que se podían alquilar niños. Vera escribió en un foro: Habría que arrancarle la piel a tiras, pena de muerte para este degenerado.
Vera, mi Vera, tú sólo tienes que pedir por esa boca.

Tengo un amigo zombi

Tengo un amigo zombi. Se llama Sebastián. Es un teórico de la zombilogía. ¿Por qué soy un zombi? Al margen de lo que mastico, el hecho de que tenga experiencias zombis conscientes significa, según él, que hay algo en mí que es como ser zombi.
No entiendo un carajo de lo que habla, pero digo que sí con la cabeza.
Luego mira por la ventana y añade algo que comprendo: Lo que no saben, dice, es que los zombis son ellos.

Hablemos de mi vecina

Hablemos de mi vecina. Se llama Vera. Tiene veintinueve años. Es una mujer fuerte e independiente. No tiene pareja estable.
Desde mi ventana, puedo ver cómo corre las cortinas cuando aparece alguno de sus amigos circunstanciales. Si luego los devoro con ansia es por el olor que de ella se les queda en la piel.

En una ocasión me sentí atraído

En una ocasión me sentí atraído por una mujer que se llamaba Gregoria. Ella odiaba su nombre. Se presentaba a todos como Brenda. Sí, igual que la protagonista de Sensación de vivir.
Ella negó delante de todos que pudiera sentirse atraída por un zombi. Le importaban las apariencias. Más que ninguna otra cosa. Pero se moría porque acercara mi boca a la suya y se la arrancara. No lo hice, y aún está rabiosa por ello.

He leído Crepúsculo, de Stephany Meyer

He leído Crepúsculo, de Stephany Meyer.
Edward. Un chupasangres vegetariano y muy correcto. Bella, su novia, habla de él como si fuera un vampiro de anuncio de colonia: sonrisa blanca y perfecta, ojos hipnotizantes, brillantes y perfectos, personalidad magnética y perfecta, voz aterciopelada y perfecta.
Dudo que mi vecina, de la que estoy enamorado, opinara lo mismo de mí cuando me pillara masticando el hígado de su madre.

Echo en falta

Echo en falta a alguien a mi lado. También me gustaría tener hijos, por qué no. No me importaría incluir un gato en el mismo paquete. Pero nadie se casa con un chuletón de buey ni tiene como mascota a un entrecot de ternera.

Entré en un supermercado

Entré en un supermercado. Mera curiosidad.
Los que habían ido allí a comprar llenaban de pienso sus carros de compra. Casi todos escogían los alimentos más grasos. Pensé: alguno de los nuestros se dedica a la publicidad y sabe cómo venderles la moto y hacer que engorden.
Me pareció un mal chiste, tanto que por remordimiento me llevé una bandeja de filetes de lomo de cerdo. A la salida, tiré la carne a un contenedor. Se la comió un perro vagabundo.

Variante de un cuento chino

Variante de un cuento chino: soñé que era un hombre, y al despertar no supe si era un zombi que había soñado ser hombre o un hombre que aún soñaba que era un zombi.