Imaginación

Imaginación. Otra forma de escapar de la serpiente. Es de madrugada. También esta noche me he desvelado. Imaginación: se me ocurre que la serpiente no sólo es una fuerza destructiva. Puedo verla como una mujer fuerte, circular, a través de la cual asciendo. Sus espirales remedan la concha de un caracol, y al llegar al centro, en lugar de una muerte zombi, encuentro algo distinto. Vera me ciega, triunfante, húmeda, blanca, como el cuello de un cisne.

Huida de la realidad

Huida de la realidad zombi a través de los recuerdos. Sebastián me cuenta que él tenía doce años y era un zombi, ya entonces, de los que siempre logra pasar desapercibido. Ella era humana y tenía once. Se miraban el uno al otro con curiosidad, preguntándose qué ocurría, por qué se buscaban con los ojos. Ella debió adivinarlo. El último día de vacaciones, se acercó a Sebastián, le entregó una caja de cartón con dos ratas vivas y dijo: Espero que te gusten.