Huida de la realidad

Huida de la realidad zombi a través de los recuerdos. Sebastián me cuenta que él tenía doce años y era un zombi, ya entonces, de los que siempre logra pasar desapercibido. Ella era humana y tenía once. Se miraban el uno al otro con curiosidad, preguntándose qué ocurría, por qué se buscaban con los ojos. Ella debió adivinarlo. El último día de vacaciones, se acercó a Sebastián, le entregó una caja de cartón con dos ratas vivas y dijo: Espero que te gusten.