Mi silencio

Mi silencio convocaba otro silencio, el suyo. Un acercamiento por mi parte iba seguido de otro por parte de ella. Como bolas metálicas alineadas y sujetas por una cuerda: nos empujábamos, después de haber sufrido el mismo vaivén. No me engaño. Tenía cosas de niña. Pero nada puedo recriminarle. Sí, estábamos confundidos. Y casi siempre, hipersensibles. Además, Vera no había tratado antes con zombis. Era de las que cerraba los ojos, como si así pudiéramos desaparecer.

Migraña

Migraña, algo que lo absorbe todo. Tus ganas de hablar. El hambre, que desaparece por completo. El sueño, al que también mata. La melancolía, que se aleja hacia el fondo y se vuelve invisible. Los zombis también tienen crisis de migraña. La cara de descomposición es la misma. Mi ropa tiene justo en este momento una crisis de migraña, y el sofá otra, y las paredes. Y las aceras, y las alcantarillas, y las farolas. Y la luz oscura del cielo, migrañoso, melancólico, sin sueño, desganado.

Cómo puedes haberte olvidado

Cómo puedes haberte olvidado tan rápido de Vera. Cómo te has encaprichado tan rápido de otra. Cómo es que ahora dices que todo tiene sentido. Es que no lo entiendo.
Sebastián intentaba entrar en mí, buscar en mi interior zombi, encontrar una respuesta que satisfaciera su lógica, su racional modo de ver el mundo. Creo que en el fondo adivinaba que yo por dentro era un caos, que ardía y gritaba tanto como el planeta.

El programa televisivo de más audiencia

El programa televisivo de más audiencia era Live Zombi Night. Nació como una parodia. Se burlaba de las noticias sobre ataques zombis, las consideraba cortinas de humo lanzadas desde el poder para evitar que salieran a la luz los problemas reales de la gente. También se reía de las grabaciones de vídeo, tan falsas, decía el presentador, que los niños las debían guardar en la estantería reservada a las pelis de invasiones alienígenas y hecatombes nucleares. Su humor era tan escandaloso que cuando una banda de zombis entró en el plató, los espectadores creyeron que la masacre formaba parte del guión del programa.

ZombiZombi Free

ZombiZombi Free: la segunda parte del disco de Z Pop se abre con el siguiente discurso: Orgullosos y felices de ser zombis, así debéis estar. Quiero que lo absorbáis todo. Quiero un futuro en el que no haya clases ni rangos, sólo zombis y carne en el matadero.

Insane World Human Infected

Insane World Human Infected: Letra de la canción nº3: El mejor amigo del perro es el hombre, de modo que échale las sobras y déjale que entierre algún fémur en el jardín, pero antes limpia los trozos que le vayas a dar, porque tu perro no tiene la culpa de que su carne apeste a limpiahogar, a pintalabios, a champú, al plástico de los juguetes y de las zapatillas. Reserva para ti los intestinos infectados de carcinógenos porque tú no tienes remedio, pero al menos aparta a tu mascota del limpiahogar, de los pintalabios, del champú, del plástico de los juguetes y de las zapatillas.

Los destinatarios

Los destinatarios de los agresivos mensajes antihumanos no eran los vivos. Ellos se lo tomaron como un juego publicitario, una broma, una provocación más en un mundo que estaba bastante harto de enfants terribles. Las televisiones de todos los países emitieron grabaciones de carnicerías zombis y los humanos las consideraron falsas películas snuff. Pero los no vivos se las tomaron en serio y no se perdieron ni una: habrían preparado palomitas para cada ocasión de haber podido comerlas.