Éxtasis

Éxtasis. El antebrazo derecho de la mujer zombi rozó mi antebrazo izquierdo. La estimulación de diversos corpúsculos cutáneos en teoría muertos (los del tacto superficial, los de la presión y los de la sensación de calor, es decir, los conocidos como de Merckel, Paccini y Ruffini según la biología celular de los vivos) vibraron y se emocionaron en perfecta sintonía con este universo refulgente y armónico en el que todo lo que sucede, incluidas las cabezas cortadas que nos regalamos el uno al otro, es zombifeliz.