Tres mensajes

Tres mensajes. Un zombi había escrito en la entrada al comedor: Dejemos las mujeres bonitas a los zombis más repulsivos y las feas, a los zombis con imaginación. Una mujer zombi había escrito debajo: Dejemos que esos hombres zombis se mueran de hambre. Y un niño que se había herido en un dedo y sangraba, mientras esperaba a que le llegara su turno había escrito debajo: Quiero a mi mamá.