Vi a un niño (a)

Vi a un niño. Estaba solo, en cuclillas. Llevaba puesto un pantalón corto de color marino y una camisa a juego del mismo tono, y calcetines ennegrecidos que una vez fueron blancos, y unas zapatillas deportivas tan arañadas y sucias como las piernas que tenía al aire. Me acerqué a él. No eres uno de ellos, ¿verdad?, me preguntó. No, mentí. La mañana de un edén plácido, despejada, demasiado silenciosa. Una redada. Se los habían llevado a todos al matadero. Solo quedaba él.