Y sin embargo

Y sin embargo, cuando me han pedido unas líneas que ya forman parte del aparato publicitario de nuestro maestro ZZ, lo que he escrito ha sido lo siguiente: Los matrimonios entre humanos y zombis originan defectos hereditarios y contribuyen a la degeneración genética de nuestra especie. Debemos, por tanto, apoyar la prohibición de estas relaciones y fomentar un sistema de zombicastas. (Mi amigo Sebastián, zombiobjetor de conciencia, abogado de la zombiresistencia interior, vomitó después de leer lo que yo había escrito, aunque ahora no recuerdo si eso fue antes o después de que me retirara la palabra).