Anatomía Cuatro

Anatomía Cuatro: esta versión juvenil continúa la senda de la correcta literatura para menores, pero al autor se le va de las manos. La conducían al patio, donde iban a devorarla a la vista de todos. Ella encendió entonces su única bengala. Conozco a uno de los vuestros, somos muy amigos, dijo. No tenemos amigos entre vosotros, replicó el zombi. Quizá somos incluso algo más que amigos, insistió la chica. Pues qué bien, dijo el zombi mientras la desataba. Todo estaba listo. Ella vio entonces al chico del que se decían cosas, como por ejemplo, que era zombi. También iban a devorarlo.