Anatomía Tres

Anatomía Tres: si quieres saber de qué pasta están hechos tus personajes, ponlos en situaciones difíciles. Que vivan situaciones extremas. A ver cómo reaccionan. El autor de esta versión juvenil del universo zombi obedeció aquel consejo. Una banda de zetas entró en el instituto. Cuando el amigo bueno se dio cuenta de que algo malo ocurría, dejó a solas a la chica (a la que se había apartado del nuevo, del que se decían tantas cosas) y se escondió en el cuarto de baño. Cuando uno de los zetas le encontró, el amigo bueno pidió disculpas y se dejó conducir junto a los otros. Cuando le preguntaron qué opinaba de los zombis, el amigo bueno aseguró que los respetaba, que todas las especies debían aprender a convivir, que él siempre había defendido esas ideas. Cuando uno de los zombis lo escogió para sacrificarlo delante de las cámaras de televisión, empezó a chillar, y luego dijo: A mí no, hacédselo a ella.