Entrevistas desde fuera, toma 11

Entrevistas desde fuera, toma 11: Mi madre nos prohibió a mi hermana y a mí acudir al baile. Debíamos rezar el rosario. Lo que hicimos fue orar deprisa e ir luego a la verbena. También nos prohibió bailar con hombres, pero yo me agarré al que me gustó y me marqué un pasadoble con él. Hace tanto de eso. Ojalá pudiera levantarme ahora de la cama y bailar. En fin. Mi madre se enteró y nos sacudió con la escoba, a las dos. Como la habitación estaba a oscuras, mi madre nunca supo que quien se llevó la peor parte fue la almohada. Eso sí, gritamos como si nos estuviera matando, para que se quedara conforme. ¿Qué me preguntaba? ¿Los zombis? Claro que creo en los zombis. Ahora hay uno dentro de mí, que me come por dentro. Por eso sigo un tratamiento con radioterapia y quimioterapia. Sí, por aquel entonces ya existían. Yo los oía rezar cada domingo en la iglesia. Y mi padre repetía siempre lo mismo al hablar de política, como un zombi que tuviera el disco rallado.