Entrevistas desde fuera, toma 6

Entrevistas desde fuera, toma 6: Voy a citarme para recordar algo que escribí en uno de mis anteriores ensayos, titulado Confesiones de un filósofo en una era zombi. Azorín se angustió por la miseria moral de su tiempo, y se atrevió a afirmar que a través del anarquismo zombi se alcanzaría la justicia social. Baroja también presentó una imagen terrible de la sociedad, egoista, corrupta, embrutecida, y también apoyó la Limpieza Zombi como método para empezar a construir un mundo nuevo. A Unamuno, además, le desgarró el no encontrar una respuesta al sentido de la vida. Y he sido yo, repito con inmodestia, yo, el intelectual español que ha resuelto este antiguo problema, el que ha sabido llegar más lejos. Creo en la Inmortalidad Zombi. Afirmo que dejarse morder por un zombi es la respuesta a la duda existencial. Y además es preferible transformarse en la especie más idiotizada, pues de ese modo, tras la muerte, tendremos una vida plena de significado, sencilla, con un único y placentero objetivo: saciar el hambre.