Llovieron del cielo

Llovieron del cielo. Eran paracaidistas. Grupos de élite. Llevaban puestos unos cascos con esas nuevas miras telescópicas. Según dicen, con ellas, al enfocar la cabeza de un zombi, aparecen manchas amarillas donde debería estar el cerebro. Así no se equivocan al disparar.