Ojos

Ojos que llaman mi atención, muy pequeños, incluso dan la impresión de estar poco desarrollados, dos puntitos negros en una cabeza blanca, parecidos a los de las especies abisales, que no los necesitan porque en las profundidades en las que nadan no llega la luz. Ojos de gato zombi, ahora me doy cuenta, que miran desde la ventana y contemplan cómo Vera duerme con los suyos cerrados y cómo yo devuelvo la misma mirada negra y zombi.