Párpados

Párpados zombis. Se deslizan con suavidad sobre el ojo, lubricados por una sustancia esponjosa. Cubren las córneas con sus membranas y músculos flexibles. Primero se acuestan, y luego se levantan y saludan a los párpados de ella, lubricados por glándulas vivas que producen un sebo de sabor dulce. Como los iris de un zombi y de una mujer no se soportan demasiado, los párpados de ambos prefieren cerrarse y que la imaginación haga el resto.