Mi cuento preferido

Mi cuento preferido es el de Caperucita. Qué ojos tan grandes tienes, qué dientes, qué orejas, qué manos. La abuela está pidiendo a gritos que se la coman sin dejar ni una miga. Lo mismo que Caperucita Roja. Supongo que el autor del cuento no se atrevió a escribir lo que realmente sucedió. No me refiero a las ganas que ambas tenían de que se las comieran, sino al hecho de que aquel que las seguía en secreto, paciente, con dulzura y buena maña no era un lobo, sino un zombi.