No soy celoso

No soy celoso. No, no lo soy. Nunca lo he sido.
Vale. De acuerdo. Ahora sí. Un poco celoso sí que estoy. O quizá sea otra cosa. Envidio esa confianza que tiene con Vera. La cercanía. El puede llamarla cuando le apetece. Ella hace lo mismo con él.
Me asomo a la ventana. Vera le está acariciando la barbilla. ¿Quién puede soportarlo sin que le hierva la sangre? ¿Y si además leo desde aquí lo que dicen sus labios? Los de él. Está diciendo que se la comería. Enterita. Sin dejar siquiera los huesos.
De acuerdo, Romeo. Tomo nota. Nos veremos. Favor por favor.
Pero no son celos. No lo son, no.