Vivía con dieciocho gatos

Vivía con dieciocho gatos. No era nadie, pero estaba bien. Un día, saltó a la fama. La aplaudieron mucho durante mucho tiempo. Pero perdió la final de un concurso millonario. Le explicaron que el segundo es el primero de los perdedores. Poco después, la policía recibió una llamada anónima. La cantante aficionada ya no estaba bien. Vivía sin gatos. Y había decorado el salón de su casa con metros y metros de guirnaldas rojas.