Como un humano cualquiera

Como un humano cualquiera. Perplejo. Indeciso. Inquieto. Asustado. Temblón. Todo agoniza como una ciénaga triste. Hace muy poco, de noche, me asomé por una ventana. No contaré lo que vi ni lo que oí. Me dije que no me marcharía. Permaneceré en estas calles desheredadas. Son de los míos.
Después de cerrar la ventana, me acosté y soñé con una inundación. Sabía que mis manos nunca contendrían el agua. Recogerían un caudal tan ínfimo que me lo podría beber de un sorbo.