Gafas de sol. Olor a cloro de piscina. Bikini amarillo y rosa. Cielo limpio. Cerveza junto a la hamaca. Y unos auriculares. Imprescindibles. Una de las bandas Z había entrado en el chalet de al lado. Ya casi no se oían los gritos.
L A S O N R I S A D E L O S M U E R T O S