Apalearon a un zombi

Apalearon a un zombi que estaba en la casa, triste y rojo, y que sí era yo. Una banda de nuevos y negros y limpios zetas entró sin llamar. Me buscaron, me sacaron a rastras, formaron un círculo e hicieron lo que habían venido a hacer. ¿Has sentido alguna vez que todos tus huesos crujían al unísono? Fue algo parecido a escuchar un largo e inmenso acorde de diez notas. Las nubes, rojas y zombis, se escondieron detrás del sol.