La nueva soledad

La nueva soledad zombi. Entro en la casa y está vacía. Perdí los ojos de Vera detrás de las ventanas. Detrás de los visillos asoma un campo verde y azul. No está su ropa. La cama está revuelta, violada por un rocío agobiante y mustio. Detrás de mis ojos rojos asoman las primeras lágrimas rojas. Las perdí, marrones y verdosas, sus ventanas, antes llenas, detrás de las mías, zombis.