Corre

Corre, grita alguien a mi lado, tan fuerte que me despierta. Corre. Pero ¿en qué dirección? Busco a mi bienintencionado ángel zombi de la guarda. No lo veo. Estoy solo, en una habitación blanca. ¿Qué hago aquí? Llevo puesto un pijama blanco y me han pintado de blanco las uñas para que no las muerda.