No soy paranoico

No soy paranoico. No, no lo soy. Pero sospecho que Sebastián prepara algo para mí. Nadie entiende realmente lo que me pasa. No acabo de mejorar. Mis movimientos aún son lentos e inseguros. Me he caído en más de una ocasión. Me encuentro débil y torpe. Sigo varios tratamientos. Tómese este jarabe, haga estos ejercicios, póngase boca abajo y relájese. Alguien me ayuda a sentarme y me dice que tenga cuidado. Ya no soy un zombi niño que corre detrás de una humana, sino un adulto convaleciente.