Tengo un amigo

Tengo un amigo, sí. Alguien que también es zombi. Me lleva a mi casa, en su coche. La ha redecorado a su gusto. Me entrega las nuevas llaves. Suelto en una mesa lo que traigo conmigo, lo único que me pertenece: mi documentación, un diario y un bolígrafo de color negro zombi.