Durante nueve meses

Durante nueve meses fue niño en el vientre, y al nacer fue ya un hombre (sin sentido, sin medida, sin proporciones), y luego maduró y se convirtió en zombi (y entonces escribió bien y se aplicó, y las cosas se ajustaron a sus significados). O puede que siempre fuera un hombre y también desde siempre fuera un zombi y entonces nunca creció. En ese caso, aquellos nueve meses no sirvieron de nada: lo único que aprendió fue a masticar bates de béisbol y a golpear manos ciertas y desvanecidas y solas con sus dientes y a reventar luces amarillas con su lengua nocturna y tan oscura como una placenta. La oscuridad, ¿saben?, la oscuridad. Asusta y confunde.