Un soldado (X)

Un soldado entró en el lavabo de chicas. La encontró en el suelo, encogida como un feto abandonado a su suerte. El soldado dejó de apuntarle cuando la vio temblar. Quizá creyó que estaba muerta de miedo. Cuando estuvo lo bastante cerca, la chica se abalanzó sobre él. Una mancha en la retina, que debía ser amarilla, virada al rojo, y un árbol rojo, de ramas rojas, extendido por el iris. Eso es lo último que vio el soldado, los ojos hambrientos de un zombi.